miércoles, 11 de junio de 2014

Cultivos imprescindibles: la berenjena

Poco a poco estamos descubriendo los entresijos del arte de la horticultura para poder gozar de nuestro propio huerto urbano y de todas sus ventajas y poco a poco también os vamos dando las claves para que no se os resista ningún cultivo. Hoy vamos a hablar de las berenjenas, también conocidas como solanum melongena, de la familia de las solanáceas, es originaria del sudeste asiático y llegó a Europa de la mano de los árabes.
La mejor época para plantar esta hortaliza, tan común en nuestra dieta y protagonista de tantas ricas recetas, es a finales del invierno y lo haremos en semilleros protegidos. A los dos meses aproximadamente, y siempre que estemos seguros de que no se van a producir heladas, ya podemos trasplantar nuestra planta en un marco de 80x60 centímetros a una profundidad de entre 25 y 30 centímetros. A partir de su plantación, deberemos de esperar unos tres meses para recoger el fruto de nuestro trabajo.
Pero para que este llegue a buen puerto debemos prestar atención a las condiciones que requiere esta hortaliza. Para empezar, es una planta que necesita entre 10 y 12 horas de sol al día y se desarrolla mejor en temperaturas cálidas, entre 23 y 25 grados, aunque puede soportar bien incluso los 30 grados, siempre y cuando tenga suficiente humedad en el sustrato.
Y hablando del suelo es importante prepararlo bien pues la berenjena necesita de suelos profundos y sueltos muy bien abonados con un buen compost descompuesto totalmente y mantenerlo siempre húmedo. Por ello, el riego debe ser frecuente y abundante, sobretodo, en la primera parte de la germinación que es cuando crecen los frutos. Eso sí, necesitaremos un buen drenaje para que el agua no se acumule en las raíces.
En el catálogo de Semillas Huerta y Jardín podéis encontrar, además de las semillas de berenjena para plantar, sustratos de la más alta calidad e ideales para nuestro huerto urbano. Además, también podemos encontrar un kit de cañas de bambú para mesa de cultivo que nos será muy útil para entutorar o usar de guía en plantas trepadoras como las judías y los tomates y, también, para las berenjenas pues, cuando se cargan de frutos, es posible que la planta no soporte el peso y se parta. Para conseguir frutos más grandes, es aconsejable dejar solamente 5 o 6 frutos por planta. Recordar que en el momento de la cosecha debemos de cortar las berenjenas y nunca tirar de ellas.
Como véis, la berenjena es una hortaliza que necesita unos cuidados específicos pero muy sencillos y el resultado es siempre satisfactorio ya que se trata de una hortaliza que se puede preparar de múltiples maneras y que tiene muchos beneficios para la salud. Así que, no lo dudéis, manos a la tierra, a plantar berenjenas y... ¡a disfrutar del huerto!

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