jueves, 17 de julio de 2014

Regar a distancia

Llega el verano, el buen tiempo y las más que merecidas vacaciones y seguro que muchos de nosotros tenemos previsto hacer alguna escapada más o menos larga, hacer las maletas y cerrar bien nuestra casa para desconectar unos días y cambiar de aires. Y entre los preparativos para marcharnos con tranquilidad no puede faltar el típico encargo a un familiar, amigo o vecino: “pasa de vez en cuando y riégame las plantas”.
Pero a veces, o no disponemos de alguien que lo pueda hacer o no nos apetece dejar las llaves de casa, así que tenemos que pensar cómo conseguir que, a la vuelta de las vacaciones, nuestro huerto urbano siga tan lustroso como lo dejamos. Hoy vamos a ver cómo instalar un riego por goteo en nuestra mesa de cultivo y cómo adaptarle un programador automático.
Si habéis empezado hace poco vuestro huerto urbano, es posible que hayáis optado, de momento, por el riego manual, sobretodo, si estáis cultivando en macetas independientes. Usar la regadera de toda la vida es práctico porque permite controlar el agua que aportamos a cada uno de nuestros cultivos porque ya sabemos que no todos necesitan la misma cantidad ni al mismo tiempo pero, además de obligarnos a esta físicamente con nuestras plantas -lo que es difícil si nos vamos de vacaciones- no es el modo más eficiente ni económico ya que, por mucho cuidado que tengamos, se acaba derrochando el agua.
En el blog ya hemos hablado del riego y de los diferentes métodos existentes como el riego por aspersión, el acolchado o el que hoy nos ocupa: el riego por goteo. Las ventajas de este último, además de mejorar el uso del agua utilizando solo la indispensable pasan también por permitir un riego más constante, es decir, menos cantidades de agua pero con menos tiempo de separación entre un riego y otro. Esto permite reducir el conocido como 'estrés hídrico' de las plantas ya que no notan una excesiva diferencia de cantidad de agua en sus raíces entre un momento de riego y otro.
Además, el riego por goteo es muy fácil de instalar, cómodo, se adapta a cualquier cultivo y evita que las escorrentías de agua eliminen los nutrientes del suelo ya que la cantidad de agua y su velocidad son demasiado bajas como para arrastrar la tierra. Y, por último, y por lo que hemos empezado hablando de este mecanismo: nos permite programar el riego en ausencias prolongadas o siempre que queramos.
Este sistema consiste en administrar pequeñas cantidades de agua mediante una red de tubos que cuentan con orificios especiales diseñados para no obstruirse con la tierra. Lo mejor del riego por goteo es que distribuye el agua de manera que va a ser totalmente utilizada por las plantas, sin perderse nada y, además, con este sistema es difícil que aparezcan malas hierbas entre nuestras hortalizas, ya que podemos controlar el caudal de riego y la frecuencia de una manera exacta.
Podemos usarlo sin problemas tanto si cultivamos en macetas como si usamos mesas de cultivo. En Semillas Huerta y Jardín encontramos un kit de riego por goteo que trae un sistema con 24 goteros de régimen turbulento de cuatro litros por hora a un bar (unidad de presión). Son seis metros de tubería de riego de cuatro milímetros. Además, cuenta con un convertidor para pasar de tubería de 16 milímetros a tubería de 4 milímetros. Se trata de un kit al que se le puede adaptar un programador automático.
Este programador se coloca en el grifo. Hay que procurar que la unión sea precisa ya que el grifo se quedará abierto y será el programador el que controle el paso del agua. Simplemente, hay que unir el tubo de riego y llevarlo hasta nuestros cultivos. Cuando tengamos el 'croquis' hecho de por dónde irá el tubo de riego -para las curvas nos serán muy útiles las piezas en forma de codos y de 'T'- sólo tenemos que hacer los orificios oportunos en el tubo junto a cada planta y acoplarle las boquillas difusoras.
Al usar un tubo maleable, el riego por goteo permite utilizarlo tanto con mesas de cultivo como con macetas e ir ampliando la instalación -sin realizar movimientos de tierra ni ninguna obra costosa y farragosa- a medida que crece nuestro huerto urbano. Eso sí, a la hora de programar, tened en cuenta la estación en la que nos encontramos: por ejemplo, una mesa de cultivo de 1 metros cuadrado con 20 centímetros de profundidad necesitará, aproximadamente, un litro de agua por semana en invierno y 30 litros por semana en los meses de verano. Si no disponemos de un grifo cerca de nuestro huerto urbano, podemos colocar un pequeño bidón con un grifo acoplado.
Cuando tengamos la instalación hecha, solo tenemos que programar el riego, cerrar bien ventanas y puertas y disfrutar de las vacaciones (Y, a la vuelta, ¡a disfrutar del huerto!).

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