martes, 10 de junio de 2014

Cultivos imprescindibles: el pimiento

Seguimos con nuestra serie de artículos dedicados a esos cultivos que son imprescindibles en nuestro huerto urbano. Después de hablar del versátil tomate, en este post nos vamos a centrar en el capsicum annuum, conocido comúnmente como pimiento. Y ya sabemos que se trata de una planta con frutos de diferentes colores: rojo, verde, amarillo...
El pimiento, originario de América, es un cultivo que, al igual que el tomate, no resiste el frío así que su siembra se debe realizar cuando estemos seguros de que ya ha pasado la temporada de heladas. Como mejor se encuentra es con temperaturas que oscilan entre los 16 y los 25 grados y requiere de mucho sol.
También al igual que el tomate, no debe regarse muy frecuentemente, pero sí abundantemente cuando se haga y evitando el encharcamiento. Es recomendable entutorarlos para que el peso de los pimientos no rompa la planta.
Pero vamos por partes. Sembraremos el pimiento en semilleros protegidos a una profundidad de 2-3 mm y evitando que queden demasiado juntas pues derivarán en plantas débiles si no tienen su espacio.
Las semillas germinarán entre 8 y 20 días después de la siembra. Trasplantaremos la planta cuando hayan enraizado totalmente y midan unos 15 centímetros, unas ocho semanas después. Entonces es el momento de trasplantar nuestros pimientos a un marco de 60x50 centímetros.
Para su óptimo desarrollo, el pimiento necesita un suelo bien abonado, suelto y que esté bien trabajado. Esta hortaliza es muy exigente en abono orgánico así que necesitará de un abonado de fondo y, después, de abonados de cobertura.
Si hemos seguido estos sencillos pasos, a las pocas semanas de su siembra (a unos dos meses desde el trasplante) tendremos los pimientos lo suficientemente maduros como para proceder a su recolección y a disfrutar de ellos. ¡Atención! Para tener un final feliz con nuestros pimientos, tendremos que vigilar y mantener a raya las posibles plagas que pueden afectar a nuestro cultivo, principalmente, el pulgón.

Por ello, es aconsejable plantar el pimiento cerca de una planta de albahaca para repeler a los pulgones. También favorece a esta hortaliza crecer junto a cultivos de su propia familia como los tomates, las berenjenas o las patatas. Ahora que ya conocemos el pimiento, ¿qué tal si lo cultivamos? En la web de Semillas Huerta y Jardín tenéis todo lo necesario para empezar, ¡ánimo!
El próximos artículos del blog analizaremos otros cultivos imprescindibles en nuestro huerto urbano como la lechuga o la calabaza. No os lo perdáis y, mientras tanto, ¡a disfrutar del huerto!

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